Cuando no miramos más que a Dios, ni buscamos otra cosa que su divina gloria, no hay nada que temer».
Cuando no miramos más que a Dios, ni buscamos otra cosa que su divina gloria, no hay nada que temer».
Nos tocan mil penas y permanecemos alegres. Somos pobres y enriquecemos a muchos, no tenemos nada y lo poseemos todo.
«El tiempo repara todo cuando no hemos actuado mal. En cambio, quién actúa mal le irá tarde o temprano mal. Por lo tanto, no intervengas de forma incorrecta para hacer justicia por tu cuenta, porque entonces a ti también te aspirará el espiral del mal y Dios no podrá reparar el daño ocasionado.»
Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
«Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte».
«Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables».