«Cada día el Señor nos ofrece tantas alegrías sencillas: la alegría de vivir, la alegría ante la belleza de la naturaleza, la alegría de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría del amor sincero y puro».
«Cada día el Señor nos ofrece tantas alegrías sencillas: la alegría de vivir, la alegría ante la belleza de la naturaleza, la alegría de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría del amor sincero y puro».
«Mi amado Jesús! Tu amor me hace sublime; me santifica, no giro en torno a una sola criatura, sino a todas las criaturas, a la belleza infinita de todos los seres creados a tu imagen y semejanza.»
«La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos».
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero.
«Sostennos en la hora del combate y de la prueba, y si caemos, haznos experimentar la alegría del sacramento del perdón».
«Quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien».