«Cuando el amor de Dios obtiene la voluntad del alma, produce en ella un insaciable deseo de trabajar por el amado».
«Cuando el amor de Dios obtiene la voluntad del alma, produce en ella un insaciable deseo de trabajar por el amado».
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
«Cada día el Señor nos ofrece tantas alegrías sencillas: la alegría de vivir, la alegría ante la belleza de la naturaleza, la alegría de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría del amor sincero y puro».
Porque yo sé lo que haré por ustedes quiero darles paz y no desgracia un futuro lleno de esperanza
«Hemos sido llamados para curar las heridas, para unir lo que se ha venido abajo y para llevar a casa a los que han perdido su camino»
«Ora, ten fe y no te preocupes».